Sin categoría

EL LÁPIZ, UNA PLUMA SIEMPRE A PUNTO

El descubrimiento del grafito propició la elaboración de los primeros lápices, que tomaron su forma actual a finales del siglo XVIII

En 1564, una tormenta derribó un árbol en la parroquia de Borrowdale, al norte de Inglaterra. Entre sus raíces apareció una sustancia negra, extremadamente dura y tiznante. Los pastores del lugar se dieron cuenta de que ese material era ideal para marcar sus ovejas y comenzaron a usarlo, cortado en barras y envuelto en cuero o cuerda que desenrollaban según se iba gastando la roca.

El descubrimiento casual del lápiz por unos simples pastores es sin duda una fábula, pero contiene un núcleo de verdad. Se sabe, en efecto, que en algún momento en torno a 1560 se halló en Borrowdale un yacimiento de grafito excepcionalmente rico. Al principio se creyó que se trataba de alguna clase de plomo y fue llamado plumbago o plomo negro. En latín se lo llamó lapis plumbarius, “piedra plúmbea“, de donde procede precisamente el término castellano “lápiz“. A finales del siglo XVIII se descubrió la verdadera naturaleza de este material y se acuñó el término “grafito“, a partir del griego grafein, “escribir“.

Los ingleses pronto se dieron cuenta de que las barritas de grafito constituían un útil ideal para el dibujo y la escritura, y aquel material se difundió rápidamente por toda Europa.

En 1565 el erudito alemán Konrad von Gesner se refería ya a “una especie de plomo que algunos llaman antimonio inglés” y que se usaba para escribir. El plomo negro se difundió rápidamente por toda Europa. Resistente, limpio y manejable, era el material perfecto para escribir sobre papel, porque además permitía correcciones (como “goma de borrar” se usaban migas de pan). A principios del siglo XVII se vendía regularmente en las calles de Londres y era cada vez más demandado en el continente.

Carpinteros y químicos

Hay que distinguir, sin embargo, entre el lápiz como material (esto es, el grafito) y el lápiz como utensilio para escribir o dibujar. Ya en 1565, Gesner había descrito un instrumento compuesto por un mango de madera en cuyo extremo se insertaba una cuña de grafito, pero pronto se empezó a buscar alguna solución que integrara mejor el grafito y el soporte de madera. Los modelos más antiguos que conocemos, datados en el siglo XVII, consistían en una columna cuadrada de madera en la que se había tallado un surco o ranura en el que se encastraba una barra de grafito de sección rectangular. Progresivamente, y en parte para economizar el caro grafito inglés, éste se empleó en finas láminas que se cortaban hasta obtener lo que hoy llamamos minas. La técnica se desarrolló en diversas zonas de Europa por artesanos carpinteros que a mediados del siglo XVII habían creado una incipiente industria. Por ejemplo, en 1662 era ya conocido en Núremberg un “fabricante de lápices” llamado Friedrich Staedtler, antecesor de la marca que aún existe hoy en día.

Con todo lo que permitió la explosión de la industria del lápiz fue el descubrimiento de una alternativa al grafito inglés. En 1795, tras algunos ensayos a mediados del siglo XVII, el químico francés Nicolas-Jacques Conté inventó un procedimiento revolucionario. Se mezclaban grafito en polvo, arcilla y agua, se vertía la pasta húmeda en finos moldes rectangulares y, una vez seca, se cocía en un horno a alta temperatura. El resultado era un material superior incluso al grafito de Borrowdale. Conté descubrió además que variando los porcentajes de arcilla o añadiendo cera se obtenían minas más o menos duras y se compensaba la porosidad de la mezcla. El método de Conté, perfeccionado por el austríaco Hardtmuth y el norteamericano Munroe, es el acta de nacimiento del lápiz tal como hoy seguimos usándolo.

Línea de Tiempo

Hacia 1560

Se descubre en el norte de Inglaterra un yacimiento de grafito de gran calidad que permite escribir y dibujar.

1683

El inglés John Pettus menciona un lápiz “reciente, formado por una envoltura de madera, y que es mucho más útil que la pluma y la tinta”.

1795

Nicolas-Jacques Conté idea un método para obtener minas de calidad a partir de la mezcla de grafito y arcilla

1812

William Munroe inventa el lápiz hexagonal y mecaniza su producción. En 1858, Lipman patenta la goma adosada.

1835

Se funda la empresa Staedtler

1888

Se funda la empresa Parker Pen Company

1906

Se funda la compañía Montblanc

1945

Fundación de la compañía BIC

¿Cuales son los procesos actuales para la fabricación de un lapicero?

La fabricación de un lapicero implica varios procesos. A continuación, te proporcionaré una descripción general basada en la información disponible en mi base de conocimientos:

  1. Producción de la carcasa:
    • Extrusión o moldeo de plástico para formar la carcasa del lapicero.
  2. Fabricación de la punta:
    • Producción de la punta del bolígrafo, que generalmente está hecha de metal.
  3. Fabricación de la carga de tinta:
    • Creación de la carga de tinta que se colocará dentro del bolígrafo.
  4. Ensamblaje:
    • Unión de la carcasa, la punta y la carga de tinta.
  5. Impresión y marcaje:
    • Aplicación de información como el nombre de la marca o el tipo de tinta en la superficie del lapicero.
  6. Control de calidad:
    • Inspección para garantizar que cada lapicero cumple con los estándares de calidad.

Es importante tener en cuenta que los detalles específicos pueden variar según el fabricante y el tipo de lapicero. Si necesitas información más detallada sobre un aspecto específico, estaré encantado de ayudarte si proporcionas detalles adicionales.

A continuación os dejamos una comparativa entre la fabricación actual y la del Siglo XVIII

Los materiales auxiliares utilizados en la fabricación de un lapicero pueden variar según el diseño y la tecnología actual. A continuación, proporciono información general sobre los materiales modernos y hago una comparación con los utilizados en el siglo XVIII:

Materiales auxiliares modernos:

  1. Plásticos:
    • En la actualidad, la carcasa de muchos lapiceros se fabrica comúnmente con plásticos, como poliestireno, polipropileno o ABS.
  2. Metales:
    • Las puntas de los bolígrafos y otros componentes a menudo se fabrican con metales como acero inoxidable o latón.
  3. Tintas Específicas:
    • Se utilizan tintas específicas para asegurar un flujo suave y duradero de la tinta en la carga del lapicero.
  4. Tecnología de Impresión:
    • Para imprimir información en el lapicero, se utilizan tecnologías modernas como la serigrafía o la impresión digital.

Comparación con el siglo XVIII:

  1. Materiales tradicionales:
    • En el siglo XVIII, los lapiceros a menudo estaban hechos de materiales naturales como madera, cuero o incluso hueso.
  2. Puntas de Metal:
    • En ese período, las puntas de los instrumentos de escritura podrían haber estado hechas de metales como acero, pero la variedad de metales y aleaciones era limitada en comparación con la actualidad.
  3. Tintas a Base de Agua:
    • Las tintas utilizadas en el siglo XVIII generalmente estaban basadas en agua y podrían haber sido menos avanzadas en comparación con las tintas modernas.
  4. Procesos de Fabricación Manual:
    • La fabricación de lapiceros en el siglo XVIII era más artesanal y manual, sin el uso de maquinaria y tecnologías modernas.

En resumen, la fabricación de lapiceros ha evolucionado significativamente en términos de materiales y tecnologías desde el siglo XVIII, con un enfoque más avanzado y eficiente en la producción moderna.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

PLICO y su proyecto Repackaging

15 de noviembre de 2023