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LA TINTA CHINA

ADEMÁS DE POSEER UNA GRAN BELLEZA ESTÉTICA Y PERTENECER A UNA TRADICIÓN MILENARIA. LA TINTA CHINA CONTEMPORÁNEA TIENE UN ENORME POTENCIAL DE DESARROLLO.

Cuando hablamos de China parece obligatorio remitirnos, de un modo u otro, a un pasado muy remoto. Es lo que tiene ser un país milenario. A los chinos les debemos el ábaco, el reloj de sol, el papel, la pólvora la brújula… y por supuesto la tinta china, creada hacia el siglo IV a.C.

Este tipo de tinta se genera a partir de tinta de calamar o de hollín desengrasado más partículas de carbón obtenidas tras la cocción de árboles con poca resina, que funcionan a modo de aglutinante. otro de los países a los que debe su expansión este tipo de tina es Japón, a donde llegó en el siglo XIV, durante la era Muromachi.

¿Y para qué sirve la tinta china?

Se usa sobre todo para la caligrafía y el dibujo. Es el material ideal para que numerosos artistas desarrollen su creatividad y expresividad. Hoy día se comercializa en tinteros, que permiten usarla al instante (opcionalmente, añadiendo un poco de agua). La tinta china favorece el dibujo de formas sencillas y por su potente composición química no se altera (y mucho menos desaparece) ante la exposición prolongada a la luz, algo que sí ocurre con las tintas tradicionales.

La tinta china es un material duradero y es flexible, de precio asequible de ahí su éxito.

La tinta china, material artístico

En la pintura tradicional china hay dos estilos: el gongbi y el xieyi. El primero se usa para hacer miniaturas, de líneas suaves, con pinceles finos. El segundo es para pincel libre, más suelto, con pinceladas más certeras. O sea que la primera es más meticulosa, mientras que la segunda es más libre y opta por la improvisación. En ambas se usa la tinta china.

La tinta china siempre ha estado muy ligada a la poesía, la música y la religión.

Hay básicamente dos tipos de tinta china: la líquida y la sólida. A esta última se le conoce como la auténtica y en algunos momentos se vendía en China bastante más cara que el oro.

La tinta china permite conseguir efectos artísticos impresionantes. Grandes artistas utilizaron la tinta china: Hokusai, Rembrandt, Modigliani…

Pero más allá de las cuotas artísticas conseguidas por estos grandes nombres del arte, la tinta china se ha convertido en material muy socorrido para aficionados y para personas de todo tipo que encuentran en el dibujo una vía de escape, un modo de combatir el estrés y de conseguir la armonía.

Algunas personas utilizan el truco de dibujar sobre papel simplemente con un pincel mojado en agua y luego ir dejando caer la tinta china. Los resultados pueden llegar a ser muy hermosos y genuinos.

En el campo de la caligrafía, mezcla de escritura y el dibujo, la tinta china es el utensilio estrella.

La industria tiene bien asumido que escribir y dibujar con tinta china es una práctica cada vez más demandada, y por ello ofrece todo lo necesario (sea papel, pinceles o la propia tinta) para que uno pueda enfrascarse en esta técnica milenaria, relajante y seductora con la que se pueden conseguir auténticas obras de arte.

Fuente: LP

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